26/10/15

Instrumentos musicales. Pórtico de la Gloria. Catedral de Santiago.








El Maestro Mateo se limitó a copiar - con una perfección asombrosa, sí, pero a copiar - instrumentos reales que él tuvo delante.

Y éste es el motivo de esta primera consideración: que parece imposible que en este rincón tan alejado del mundo se conociera, en 1188, tal número y variedad de instrumentos musicales. Una pregunta se impone, ante todo, a este respecto: el origen de los mismos. Que este origen tuviera que ver con la peregrinación a Santiago parece que no puede ponerse en duda; pero si se pre­tende investigar ulteriormente la cuestión, se tropieza con serias dificultades: el Códice Calixtino, que es unos veinte años anterior al Pórtico, describe a los peregri­nos tocando una gran variedad de instrumentos. Aun­que se trata de un texto muy conocido (y yo mismo lo reproduje en varias ocasiones), conviene copiarlo aquí de nuevo, pues es básico para el estudio presente. Está en el capítulo 17 del libro 1, y dice así, en la traducción de Don Abelardo Moralejo: "Unos tocan cítaras, otros liras, otros tímpa­nos, otros flautas, caramillos, trompetas, arpas, violas, ruedas británicas o galas, otros cantando con cítaras, otros cantando acom­pañados de diversos instrumentos, pasan la noche en vela..." Juzgo importante reproducir también las palabras del original latino, ya que, por tratarse de nombres que se prestan a confusión o a diversas interpretaciones, conviene tenerlas presente a la hora de decidirse por cuál instrumento quiere significar el autor: "Alii citharis psallunt, alii liris, alii timpanis, alii tibiis, alii fistulis, alii tubis, alii sambucis, alii violis, alii rotis britannicis vel gallicis, alii psalteriis, alii diversis generibus musicorum cantando vigilant".

Que algunos de estos instrumentos fueran de carác­ter popular parece claro. Pero no menos claro parece también que no pocos de ellos fueran de tipo culto. Sor­prende que ningún especialista haya afrontado el pro­blema de la identificación de los instrumentos musica­les que ahí nos menciona el Calixtino. Por mi parte, ya en el estudio que sobre ellos publiqué, en 1977, en el volumen que se dedicó para conmemorar el 8º Centena­rio de la catedral de Santiago, y que en 1982 amplié en La Música Medieval en Galicia, intenté una cataloga­ción provisional, que ahora se ve confirmada por los estudios de Francisco Luengo, por lo que no parece necesario repetir aquí aquella clasificación y los moti­vos que tuve para enjuiciar cada instrumento en la forma en que lo hice entonces.


De todos modos, no parece que pueda ponerse en duda ese doble carácter de esos instrumentos. Porque, además, aún tenemos un segundo testimonio literario, ligeramente anterior al Códice Calixtino que nos habla del uso de instrumentos musicales en Santiago. Es el pasaje de la Historia Compostelana que describe el recibimiento que los santiagueses hicieron a su obispo Diego Gelmírez a la vuelta del cautiverio a que lo había sometido Arias Pérez: "Salió a encontrarle toda la multitud de los compostelanos, cantando y tañendo tímpanos, cítaras y otros instrumentos músicos” Estos hechos ocurrieron en la primavera del 1111.

Por el momento, no se conocen más que estas tres fuentes documentales acerca de los instrumentos musicales en Santiago en torno al año 11888: el testimonio de la “Compostelana”, el del Calixtino y las esculturas del Pórtico de la Gloria, que se complementan con el rey David de las Platerías. Y la impresión que el estudio de todo ello causa se puede resumir así:



Que en Santiago se conocían por entonces un gran número de instrumentos musicales.

Que estos instrumentos eran de los más variados tipos de entonces conocidos.

Que algunos de estos instrumentos eran de origen popular, que provenían de los que la tradición habría ido creando en Galicia, o se habían importado de otras regiones, así como del influjo que los peregrinos habían podido ejercer.

Que otros eran de origen culto, y algunos incluso de auténtico lujo, como lo demuestran las copias que tenemos de Mateo (las arpas, ciertas violas en ocho, la forma del organistrum…)



                                                                      Dr.     José López Calo O.S.J
                                                                           Musicólogo
                                                                     “El Pórtico de la Gloria”, Santiago 1988






Nota: En este mismo blog existen cuatro reportajes fotográficos sobre la obra del Maestro Mateo en la catedral de Santiago. Llevan por título: EL CORO DEL MAESTRO MATEO, EL MAESTRO MATEO EN EL MUSEO DEL PRADO, APÓSTOLES Y PROFETAS, LA PUERTA SANTA DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO. Pueden encontrarse pulsando sus iniciales en la pestaña ETIQUETAS, en la parte derecha de la pantalla de inicio del blog.

Del mismo modo, y en este mismo blog, el profesor Ramón Yzquierdo Perrín ha escrito la mejor y más reciente biografía estilística sobre el Maestro Mateo, al igual que un detallado artículo sobre las obras de finalización de la catedral de Santiago realizadas por Mateo y sus talleres. Ambas obras se pueden encontrar en la pestaña COLABORACIONES FOTOGRÁFICAS, en la parte derecha de la pantalla de inicio.


























Los ancianos y sus intrumentos se sitúan como corona del arco central


Arco central



Instrumentos de los ancianos del Pórtico de la Gloria



Reproducción de los Instrumentos por el taller de la Diputación de Lugo

Fïdulas ovales


















Vitrina de las fídulas en el Museo de la catedral


Fídulas en ocho





























Salterios verticales
























Salterios horiziontales


















Laúdes

































Arpas



























Organistrum










































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